Si quieres tener una página web en Internet, necesitas un hosting web, o dicho de otra forma, un alojamiento web.
Un hosting, no difiere mucho al ordenador que podamos tener en casa.
En un hosting el funcionamiento es muy parecido, hay un disco duro donde se pueden crear carpetas, se almacenan y crear nuevos archivos, podemos cambiarles el nombre a estos archivos, eliminarlos, etc…
La mayor diferencia es que en un hosting todo está conectado a Internet y en todo momento, por lo que es accesible a cualquier persona que tenga una conexión a Internet.
Cuando un cliente contrata un hosting web se le ofrece acceso a un espacio en un disco duro instalado en un servidor que dispone de un gran ancho de banda y que está conectado 24 horas al día a Internet.
A grandes rasgos, todo lo que un usuario suba a su alojamiento web, podrá compartirlo con el resto del mundo y será accesible en todo momento.
Lógicamente, las máquinas que se usan para estos cometidos, los llamado servidores web, son muy potentes, mucho más que los ordenadores que se puedan comprar en una tienda ya que deben aguantar un rendimiento elevado en todo momento.
También deben de ser muy seguros, ya que al estar conectados a una red las 24 horas son susceptibles de recibir ataques informáticos, y tanto el hardware como el software deben estar monitorizados en todo momento por técnicos que puedan resolver cualquier incidencia en todo momento.
Y por supuesto deben de disponer de una conexión a Internet con mucho ancho de banda para poder ofrecer los contenidos alojados en los servidores a todo usuario que lo solicite.
Por estos motivos, si comparamos el precio del espacio en disco que se puede ofrecer en un hosting web con el que podamos tener en nuestro ordenador personal, comprobaremos que es más elevado el del alojamiento web, pero la infraestructura que incluye el hosting web, es mucho mayor que la que se pueda tener en un PC o similar.
Como hemos dicho, en un hosting web se ofrece un espacio conectado a Internet, pero… ¿qué podemos hacer exactamente con un alojamiento web?
Dentro de ese espacio, el cliente puede publicar un blog donde hablar de lo que quiera, montar un comercio online, crear un foro sobre un tema en concreto desde donde poder comunicarse con otras persona afines al mismo tema, y un largo etcétera.
No podemos olvidarnos de las apps que todo usamos en nuestros smartphones. Si están conectadas a Internet para ofrecernos algún tipo de servicio, necesitarán de un sitio donde almacenar los archivos para que funcionen.
Las redes sociales que tanto gustan a millones de personas en todo el mundo, también necesitan un alojamiento web donde sus usuarios puedan conectarse, subir sus fotos o escribir sus comentarios.
Y algo muy importante a tener en cuenta en lo que puede ofrecernos un hosting web es la posibilidad de trabajar con nuestro propio correo electrónico asociado a nuestro propio dominio.
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